Meditación para UNA BUENA SALUD |10 minutos | Encuentra tu paz interior

Meditación para una buena salud. Transcripción:

Te doy la bienvenida a esta meditación. Hoy te traigo una meditación para evitar enfermedades y favorecer una buena salud.

Puedes realizar esta meditación si padeces alguna enfermedad, o también si estás sana y quieres prevenir enfermedades.

Antes de realizar la meditación, quería explicarte brevemente cómo es posible ayudar a sanar o prevenir enfermedades a partir de la meditación. Nuestra mente y nuestro cuerpo están íntimamente relacionados. Lo que ocurre en nuestro cuerpo, afecta nuestra mente, y nuestros pensamientos influyen en cómo funciona nuestro cuerpo. 

Si padeces una enfermedad, o tienes miedo de padecerla, y estás constantemente visualizando cómo va progresando, estarás enviando un mensaje a las células enfermas de tu cuerpo para que continúen con el proceso.

Sin embargo, si imaginas conscientemente cómo se cura tu cuerpo, lo apoyarás en el proceso de recuperación.

En esta meditación, visualizaremos una bella imagen sanadora, que nos permitirá dejar a un lado el miedo, y permitir a nuestro cuerpo sanar.

Encuentra un lugar tranquilo, sin demasiada luz. Siéntate con las piernas cruzadas sobre un cojín o, si esto te resulta incómodo, en una silla con respaldo.

Cuando estés lista, comenzamos.

(Gong inicio de la meditación)

Observa por un momento tu cuerpo. Inspira y espira, dejando ir toda la tensión acumulada.

Presta atención a tu postura. Asegúrate de que tu espalda está recta, los hombros relajados y la barbilla paralela al suelo. Pon tus manos en las rodillas, y relaja los brazos.

Baja la mirada, y dejála en algún punto delante de ti, a una distancia que te resulte cómoda.

Comienza a respirar desde el abdomen. Inspira por la nariz, y espira por la boca, sintiendo como con cada inspiración te llenas de energía positiva y a cada espiración dejas ir toda la energía negativa que había en tu interior.

Asegúrate de que tu cuerpo está relajado, suelta toda la tensión.

Ahora, enumera mentalmente cualquier problema de salud que tengas. Ya sea pequeño o grave. Obsérvalos como puntos negros que habitan en distintas partes de tu cuerpo.

Reflexiona sobre cómo estos problemas de salud entorpecen tu vida y observa conscientemente cualquier emoción que despierte en tu interior.

Visualiza que estás al lado de una hermosa cascada, en un lugar cálido y agradable. Estás sola, no hay nadie a tu alrededor. Desnúdate y busca un lugar en el que te puedas sentar directamente debajo del chorro.

Siente el frescor del agua, como fluye por tu cuerpo.

Imagínate que ese agua no es un agua cualquiera. Es un néctar celestial que cura y previene cualquier enfermedad.

Visualiza cómo este néctar purifica tu cuerpo, eliminando todos tus problemas de salud.

Siente como el agua no solo fluye sobre tu cuerpo, sino también a través de él.

Y siente como poco a poco este néctar arrastra consigo todos los puntos negros. Uno a uno, se van despegando de tu cuerpo, arrastrados por la fuerza de la corriente.

Tu cuerpo está completamente sano, libre de cualquier tipo de problema de salud.

Cuando lo sientas, levántate del sitio donde estás sentada bajo la cascada. Sécate… y vístete.

Abandona este bello lugar sabiendo que tienes una salud admirable.

Puedes regresar a él siempre que quieras.

Centra ahora la atención en tu respiración, y poco a poco vuelve al lugar en el que estás sentada.

Lleva las manos al corazón, en posición de rezo.

Agradécete por haber dedicado este tiempo a conectar contigo misma y con tu cuerpo.

Cuando lo sientas, abre los ojos poco a poco. Inspira, espira profundamente y deja ir la meditación.

(Gong fin de la meditación)

Gracias por dejarme acompañarte hoy en tu meditación. 

Namasté 😊