Meditación para mejorar la relación con tu cuerpo 💞🫰👩‍🦰 | 10 min | Encuentra tu paz interior ✨

Meditación para mejorar la relación con tu cuerpo. Transcripción:

Hola, soy Silvia.

Te doy la bienvenida a esta meditación. 

Hoy te traigo una meditación para mejorar la relación con tu cuerpo.

Sentirnos conectadas y en sintonía con nuestro cuerpo es una forma increíble de cultivar amor y aceptación hacia nosotras mismas.

En esta meditación, nos sumergiremos en un proceso de reconexión con nuestro cuerpo, reconociendo su sabiduría y valorando su belleza única. 

Realiza esta meditación cuando sientas la necesidad de fortalecer tu relación con tu cuerpo, de nutrirlo con amor y gratitud.

Encuentra un lugar tranquilo, donde puedas estar cómoda. Siéntate con las piernas cruzadas sobre un cojín o, si esto te resulta incómodo, en una silla con respaldo. 

Cuando estés lista comenzamos. 

(Gong inicio de meditación)

Observa por un momento tu cuerpo. 

Inspira y espira, soltando toda la tensión acumulada. 

Sumérgete en el momento presente. Estás aquí y ahora, lista para embarcarte en un camino de transformación y aceptación. 

Y en este aquí y ahora…  no hay nada más que tú misma;  tu cuerpo, y tu mente; juntos. Unidos.

Presta atención a tu postura. Si estás sentada, asegúrate de que tu espalda esté recta y tus hombros relajados. Coloca las manos en las rodillas y relaja los brazos. 

Toma conciencia de tu cuello y permite que se alargue suavemente, siente cómo se activa y se estira.

Siente las yemas de tus dedos. La mano derecha… la izquierda. 

Ahora, lleva esa atención a los dedos de tus pies. Muévelos, lentamente..

Toma conciencia de que tal y como tienes control sobre los dedos de tus piés también tienes el control sobre el resto de tu cuerpo.

Repite mentalmente conmigo: “estoy bien, estoy en paz; Me amo tal y como soy”.

Una vez más: “estoy bien, estoy en paz; me amo mucho. Tal y como soy”.

Baja la cabeza, cierra los ojos y respira profundamente desde el abdomen.

Inspira y espira por la nariz, permitiendo que tu cuerpo se llene de energía positiva y sanadora.  Deja que la calma y la paz te envuelvan.

Ahora, vas a comenzar a recorrer tu cuerpo con la mente. Vas a tomar conciencia de todo lo que este maravilloso ser físico  donde habita tu conciencia hace por ti.

Comienza por tu cabeza, llevando tu atención hacia tu rostro, tus labios, tu cuello, tus pestañas. Todo tiene una hermosa función que cumplir, y la cumple a la perfección.

Date cuenta de cómo a través de tu cuerpo eres capaz de interactuar con tu realidad… Es tu punto de contacto para experimentar la vida.

Piensa en un olor que te lleve a tu infancia. Una comida, tu flor favorita, el olor de la ropa de tu abuela.  Oler es increíble. Dale las gracias a tu olfato por permitirte experimentar el mundo a través de los olores.

Piensa ahora en el gozo que es sentir, degustar. La delicia de un sabor. La frescura de beber. Dale las gracias a tu sentido del gusto por permitirte experimentar la vida a través de los sabores.

Piensa en una imagen divina que tengas grabada. La sonrisa de tu mejor amiga, un atardecer. Un cielo repleto de estrellas. Dale las gracias a tus ojos por permitirte experimentar este maravilloso mundo a través de la vista.

Piensa, aprecia y admira todo lo que tu cuerpo hace por ti.

Inspira… y espira.

Comienza a imaginar una luz brillante y cálida que comienza a fluir por todo tu cuerpo.

Con cada inhalación, la luz se expande, llenando cada rincón de tu ser con amor y aceptación. Y con cada exhalación, deja ir cualquier pensamiento negativo o juicio que puedas tener hacia tu cuerpo.

Siente cómo la luz y el amor llenan cada célula de tu ser, nutriéndote desde dentro. 

Eres consciente de tu belleza interior y exterior, y te abrazas con compasión y respeto.

Visualiza ahora tu cuerpo radiante de luz, vibrando en armonía con el universo. Siente cómo cada parte de ti brilla con una energía única y hermosa. Permítete apreciar la maravilla que es tu cuerpo, con todas sus imperfecciones y singularidades.

Desde lo más profundo de tu corazón, envía palabras de amor y gratitud a cada parte de tu ser.

Agradece a tus pies por llevarte por este mundo, a tus piernas por sostenerte y moverte, a tu vientre por albergar la vida y nutrirte, a tus brazos por abrazar y crear, a tu rostro por expresar tus emociones más auténticas.

Siente cómo cada célula de tu cuerpo responde a tus palabras de amor y gratitud.

El perdón y la aceptación se entrelazan en tu interior, liberando cualquier rastro de crítica o juicio. Eres perfectamente imperfecta, una obra maestra en constante evolución.

Respira profundamente, permitiendo que esa luz amorosa y sanadora recorra todo tu cuerpo.

Siente cómo se expande, alcanzando cada rincón y llenándote de una sensación de paz y bienestar. Eres un ser completo y mereces amarte incondicionalmente.

Con cada inhalación, inhala amor y aceptación. Con cada exhalación, libera cualquier pensamiento negativo o inseguridad que aún puedas albergar. Permítete sentir la conexión profunda entre tu ser interior y tu cuerpo físico.

Tómate un momento para sentir el latido de tu corazón, la respiración rítmica que te llena de vida. Eres una manifestación única y valiosa en este vasto universo. Reconoce tu belleza interior y exterior, y abraza con amor cada parte de ti.

Quédate ahí, agradeciendo el milagro de tener un cuerpo con el que poder experimentar la vida.

Cuando lo sientas, abre suavemente tus ojos, llevando contigo esta sensación de amor y aceptación hacia tu cuerpo.

Inspira… y espira. Vuelve a conectar con el lugar en el que te encuentras.

Gracias de corazón por permitirme ser tu guía en esta meditación de amor y aceptación hacia tu cuerpo. Eres hermosa tal como eres, y mereces vivir en armonía y amor con tu ser interior. 

Recuerda que esta meditación está siempre disponible para ti, en cualquier momento que necesites nutrir tu relación con tu cuerpo.

Coloca las manos en posición de rezo e inclínate hacia delante en señal de gratitud.

Realiza una última y profunda inspiración, espira, y con la espiración, suéltalo todo, baja las manos y deja ir la meditación.

(Gong fin de meditación)

Namasté.