Meditación del amor incondicional 👩‍❤️‍💋‍👨💖👩‍👩‍👧‍👧 | 12 minutos| Encuentra tu paz interior ✨

Meditación del amor incondicional. Transcripción:

Hola, Soy Silvia

Te doy la bienvenida a esta meditación. Hoy te traigo una meditación para trabajar el amor incondicional.

En esta meditación aprenderemos a amar a nuestros seres queridos tal y como son, independientemente de cómo actúen o cómo nos gustaría que fueran.

Te ayudará a aprender a soltar el control y disminuir tu dependencia hacia ellos.

Encuentra un lugar tranquilo, sin demasiada luz. Siéntate con las piernas cruzadas sobre un cojín o, si esto te resulta incómodo, en una silla con respaldo.

Cuando estés lista, comenzamos.

Gong inicio de meditación

Observa por un momento tu cuerpo.

Inspira profundamente y espira, dejando ir toda la tensión acumulada. Sumérgete en el momento presente. Estás aquí… y estás ahora.

Presta atención a tu postura. Si estás sentada asegúrate de que tu espalda está recta y los hombros relajados. Pon las manos en las rodillas y relaja los brazos. Alarga el cuello, apuntando tu barbilla ligeramente hacia el pecho y sintiendo como se activa y se alarga la parte de atrás de tu cuello.

Baja la mirada, y déjala fija en algún punto delante de ti, a una distancia que te resulte cómoda.

Comienza a respirar desde el abdomen. Inspira y espira por la nariz, sintiendo como con cada inspiración te llenas de energía positiva y de amor, y a cada espiración dejas ir toda la energía negativa y limitante que había en tu interior.

Asegúrate de que tu cuerpo está relajado, suelta toda la tensión.

Coloca ahora tu mano izquierda encima de tu corazón, y la mano derecha sobre tu mano izquierda. 

Centra toda tu atención en tu corazón. Siente cómo tu corazón late con cada respiración. Siente cómo con cada latido expande amor a todas las partes de tu cuerpo.

Comienza ahora a pensar en tus seres queridos… intenta darte cuenta de qué condicionantes has puesto a tu amor por ellos. Por ejemplo, que te quieran con la misma intensidad con la que tú les quieres a ellos. O que actúen como tú sientes que deberían de actuar. Toma conciencia de cómo todos estos condicionantes limitan tu amor hacia ellos.

Céntrate ahora en uno de esos seres queridos con el que sientas que te gustaría trabajar este amor incondicional. Enumera todos los condicionantes que limitan tu amor hacia esta persona. Desde las cosas más profundas, hasta los detalles más simples.

Quizá quieras a esa persona con la condición de que tenga un buen trabajo. O de que vista de una determinada manera. O de que demuestre su amor hacia ti de la forma que a ti te gustaría.

Observa cómo tu mente intenta argumentar por qué es normal que pongas tal o cuál condición para querer a alguien. Date cuenta de cómo en realidad estos condicionantes impiden abrir tu corazón para dar y recibir amor de manera incondicional.

Observa cómo al poner condicionantes estás exigiendo a la otra persona atender tus necesidades. Siente cómo estas exigencias limitan y condicionan tu amor hacia el resto de seres.

Ahora, imagina que concedes a este ser querido la libertad total de ser y hacer lo que quiera y desee ¿Qué sentimientos se despiertan en ti al pensar en esto? ¿Sientes miedo? ¿Tristeza? ¿Sientes que tus sentimientos hacia esa persona cambian ahora que le has otorgado total libertad?

Toma conciencia de los sentimientos que comienzan a despertar en tu interior.

Piensa ahora en todas las cosas que amas de esa persona. Enumera todas las cosas por las que a ti te gusta pasar tiempo con esta persona. Todo lo que este ser te aporta en tu vida.

Imagina que esta persona no está presente en tu vida, o no está disponible para atender tus necesidades. Siente cómo aún así sigues queriendo a esa persona. Siente cómo se expande tu corazón al aceptar y querer a esta persona sin expectativas. Al seguir sintiendo amor con independencia de lo que hace o deja de hacer por ti.

Quédate ahí, sintiendo un infinito amor incondicional hacia esta persona. Sintiendo cómo late tu corazón, llenando de amor incondicional a todo tu cuerpo… y cómo poco a poco ese amor comienza a emanar de tu cuerpo… llegando a todos tus seres queridos. Es un amor puro… sin condiciones ni expectativas.

Centra ahora la atención en tu respiración. Junta las palmas de tus manos en posición de rezo y agradecerte a ti misma por dedicarte estos minutos y explorar el amor incondicional. Agradece al lugar en el que te encuentras. Agradece al universo por ser tal y como es y permitirte ser aquí y ahora.

Inclínate hacia delante en señal de gratitud.

Realiza una última y profunda inspiración, espira, y con la espiración, suéltalo todo, baja las manos y deja ir la meditación.

Gong fin de meditación

Gracias de corazón por dejarme acompañarte hoy en tu meditación. 

Namasté 😊